La ley es el juego, el sello distintivo, el afecto.

Crear un ámbito lúdico es una poderosa herramienta de cambio y aprendizaje.
El juego es vehículo  de la alegría y la alegría además de valer por sí misma se convierte en un espacio enriquecedor  donde logre desarrollar  su potencial con otros.

Favorecer el desarrollo progresivo de sus identidades, la autonomía personal, la pertenencia al grupo, a la institución, a la comunidad local y nacional.

Brindar un clima de afecto y confianza a fin de que adquieran seguridad en sus propias capacidades cognitivas, motrices, afectivas y sociales.

Ofrecer oportunidades para el desarrollo de su capacidad creativa y el placer por el conocimiento.

Organizar la actividades educativa respetando sus necesidades lúdicas, de experimentación y expresión, asegurando una enseñanza de conocimientos significativos que amplíen y profundicen sus aprendizajes.

Propiciar el desarrollo de sus capacidades comunicativas a través de los diferentes lenguajes verbales y no verbales.

Promocionar el cuidado de la salud bio-psíquica y social de la población infantil, desarrollando una tarea preventiva y realizando, si fuera necesario orientación y derivación.

Arbitrar acuerdos y estrategias para la articulación entre niveles educativos considerando la continuidad y la coherencia interna.