Formar jóvenes pensantes, capaces de ser respetuosos, solidarios, criteriosos y libres.

Asumir y promover el desarrollo de valores que reflejen la solidaridad, el cuidado de sí mismos y sus pares, y la resolución conjunta de problemas teniendo como eje el diálogo.

“Generar un ámbito estimulador para formar niños y jóvenes pensantes, instrumentados para aprender a aprender, capaces de asumir responsablemente áreas crecientes de libertad, respetuosos de la dignidad humana, solidarios, criteriosos y dúctiles para interpretar la exigencia de los tiempos, sensibles ante la naturaleza y los valores superiores del espíritu, posibilitándoles a su tiempo que elaboren un proyecto personal de vida coherente.”

Margarita Monasterio, Fundadora,  (Ideario Institucional, 1986.)